Las dos vertientes del IoT
Los beneficios de la inclusión de las telecomunicaciones en los modelos productivos es algo que ya se ha anticipado. Ya nadie duda del potencial de los objetos conectados y de su impacto positivo en todos los ámbitos sociales y económicos.
Desde hace tiempo se ha venido anticipando que las telecomunicaciones tienen un gran potencial en los modelos productivos. En la actualidad, ya es evidente el impacto positivo que tienen las máquinas conectadas en los ámbitos sociales y económicos.
El fenómeno IoT está en constante evolución y su crecimiento es impresionante. Según algunos estudios se espera que las conexiones IoT lleguen a 24.600 millones en 2025.
Para que esta previsión de crecimiento en IoT se haga realidad, es fundamental la rapidez en el diseño y la implementación de los distintos casos de uso relacionados con esta tendencia. Estos casos de uso pueden estar enfocados en una gran audiencia o en empresas específicas con necesidades particulares.
La llegada de 5G ha roto determinadas barreras y facilita la adopción de nuevos casos de uso relacionados con los objetos conectados, pero será a cambio de una mayor complejidad en la configuración y operación de las redes de los operadores y la infraestructura necesaria en el modelo productivo. Por lo tanto, las dos facetas del IoT -IoT masivo en el campo del consumo e IoT crítica en el área de la producción-, serán lideradas por dos figuras diferentes: los operadores y empresas innovadoras que buscan adaptar y desarrollar las posibilidades ofrecidas por las últimas tendencias tecnológicas.
En el caso en que los sponsors sean los operadores, estaríamos ante una aproximación push, mientras que si son las empresas, nos encontramos ante una aproximación pull, que tratará de promover un salto tecnológico adicional enfocado a la eficiencia. En cualquier caso, contar con el apoyo de una consultora especializada en telecomunicaciones es esencial para extraer el máximo partido a las capacidades ofrecidas por los operadores y los nuevos estándares.
IoT está siendo el catalizador de la transformación digital tanto a niveles de consumo como de producción, y ambas aproximaciones son complementarias y constituyen dos vertientes diferentes de la misma corriente imparable.
La adopción masiva de la conectividad de los objetos es necesaria para avanzar en la transformación digital de la sociedad en el ámbito del consumo, mientras que la adopción crítica por parte de las empresas contribuye a la transformación digital de la sociedad en el ámbito de la producción, que busca modelos productivos más modernos y eficientes.